La naturaleza nos ofrece una variedad de plantas medicinales que pueden ayudarnos a prevenir y combatir infecciones y procesos inflamatorios. Los antibióticos son sustancias químicas que impiden el crecimiento de microorganismos que enferman el cuerpo. Hay alimentos que, por su composición química, refuerzan el sistema inmune e incluso son capaces de atacar enfermedades específicas, tales como:
Ajo (Allium sativum): Contiene alicina, un compuesto que tiene propiedades antibióticas, es antibacteriano y antifúngico.
Cebolla (Allium cepa): Contiene esencias volátiles sulfurosas, alilo y glucoquinina, sustancias bactericidas, fungicidas, antisépticas y diuréticas.
Jengibre (Zingiber officinale): Contiene gingerol y shogaol, ambos compuestos tienen propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antioxidantes y antitumorales.
Cúrcuma (Curcuma longa): Contiene curcumina, un compuesto que tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas, antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas. La pimienta negra contiene un compuesto llamado piperina, que ayuda a aumentar la biodisponibilidad de la curcumina hasta en un 2,000%.
Aloe vera (gel de sábila): Contiene cerca de 70 activos, entre antiinflamatorios, antibacteriales y antimicóticos.
Aceite de orégano (Origanum vulgare): Contiene carvacrol y timol, ambos compuestos tienen propiedades antibióticas.
Té verde (Camellia sinensis): Contiene catequinas, compuestos que tienen propiedades antibacterianas y antivirales.
Equinácea (Echinacea purpurea): Contiene polisacáridos que estimulan la actividad de los macrófagos, que contribuyen a destruir las bacterias y los virus.
Propóleo: Contiene resina vegetal que posee atributos antisépticos, antimicrobianos, antibacterianos, anestésicos, antivirales y antifúngicos.
Romero (Rosmarinus officinalis): Contiene más de cuarenta sustancias antibacterianas y más de veinte antivirales, además, es antifúngico.
Inclúyelos diariamente en tu contexto de alimentación antiinflamatoria. La verdadera salud está en la prevención de enfermedades y no en el tratamiento de estas.
Recuerda: La salud se cocina en casa.
