Aunque no hay suficientes estudios para establecer una cura natural del asma, si los hay para recomendar su uso como tratamiento coadyuvante; el trabajo comprometido en el marco de un estilo de vida y de alimentación saludable, suele brindar excelentes resultados que permiten reducir o eliminar el consumo de fármacos.
Jengibre
El jengibre es un valioso recurso para aliviar el asma de manera natural.
Sus componentes brindan beneficios antiinflamatorios, antioxidantes, antisépticos, antimicrobianos, analgésicos, calmantes, expectorantes y broncodilatadores que, en todos los casos, apoyan una buena respiración.
Té de jengibre
Para hacer un té de jengibre, necesitamos dos o tres rodajitas de jengibre fresco. Se coloca medio litro de agua y cuando rompe el hervor agregamos el jengibre, dejamos hervir tres minutos a fuego medio, apagamos y dejamos reposar de diez a quince minutos antes de colar y beber.
Se puede endulzar con miel orgánica cruda que tiene propiedades beneficiosas para las vías respiratorias o con unas hojitas de estevia que agregaremos al apagar el fuego.
El jugo de un limón también enriquecerá aún más las propiedades de este té.
Se puede tomar dos tazas al día por tiempo prolongado con seguridad.
En la cocina
En nuestras comidas podemos incorporar el jengibre fresco o seco en todo tipo de preparaciones.
Sugerencias de complementos
Hay diversas presentaciones de jengibre que pueden resultar prácticas para asegurarnos un consumo constante y calificado de los principios activos más importantes de esta raíz; en todos los casos, seguir las indicaciones del prospecto o del especialista que lo recomendó.
Manzanilla
Según un estudio publicado por Molecular Medicine Reports, la camomila común o manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias y podría ayudar a disminuir el espasmo bronquial que se produce en los ataques de asma.
Té de manzanilla
El proceso para preparar un té de manzanilla consiste en hervir agua y luego añadir una cucharadita de postre de flores de manzanillas y dejar infusionar por unos 5-8 minutos hasta que libere toda su esencia y aroma.
Beber una a tres tazas diarias, no solo nos ayudará a manejar mejor el asma, sino que brindará beneficios adicionales como calmante suave, digestivo, antidiabético o cuidado de la piel.
Eucalipto
El eucalipto, un gran depurativo y antiséptico de las vías respiratorias, contribuye a mejorar la capacidad pulmonar durante un cuadro de infección, asma o alergia, de acuerdo con una investigación publicada por el International Journal of Aromatherapy.
Té de eucalipto
Agregar una cucharada de postre de hojas picadas de eucalipto en el equivalente a una taza de agua hirviendo, mantener durante 1 minuto, apagar el fuego, tapar y dejar reposar por alrededor de 5 minutos. Colar y beber una taza de té dos o tres veces al día.
Este té también puede ser usado para inhalaciones o como enjuague bucal.
Sugerencia de complementos
Puedes consumirlo en infusiones, tinturas, comprimidos o aceites esenciales.
Menta
La menta brinda suaves propiedades espasmolíticas, contribuyendo a aliviar el asma; es importante ser perseverante con el uso de esta infusión.
Se advierte, aunque es muy poco frecuente, que hay algunas personas alérgicas a la menta y esto puede desencadenar o agravar un cuadro asmático, según un estudio publicado por Allergy & Rhinology. Sé prudente al usarla y nunca lo hagas sin la aprobación del médico.
Té de menta
Colocar una cucharada de postre de hojas de menta secas (el doble si son frescas) en una taza de té, llenarla con agua hirviendo, infusionar durante 5 a 7 minutos y colar; beber 3 a 4 veces al día y preferiblemente después de las comidas.
Yo suelo preparar la infusión para el agua del mate. ¡Es mi uso preferido!
Sugerencias de complementos
También, es una planta que viene en muchas presentaciones y, en cualquier caso, hay que seguir las indicaciones.
Si tienes la posibilidad de cultivarla en casa, se reproduce rápidamente y puedes utilizarla como ingrediente para preparar tu propia clorofila.
Consumo sugerido
Estas plantas pueden consumirse en varias presentaciones: infusiones, tinturas, cápsulas, incluso jugos.
En cualquier caso, adquirir productos autorizados y consumirlos según la sugerencia del prospecto o indicación profesional.
El asma es una enfermedad crónica y, si bien se pueden observar resultados positivos a corto plazo, gran parte de sus frutos se cosecharán con su consumo perseverante.
Al ser muy seguros, incluso pueden incorporarse diferentes combinaciones de estas plantas, estableciendo descansos y alternancias; esto genera diversidad de estímulos con mejores beneficios potenciales.
Es importante trabajar con el médico para que acompañe el proceso reduciendo la medicación cuando sea necesario.
Pablo de la Iglesia