¡Qué te sea de provecho!
Pablo de la Iglesia
Pablo de la Iglesia es autor de más de una
quincena de libros sobre salud, entre los que destacan:
¡Qué te sea de provecho!
Pablo de la Iglesia
Pablo de la Iglesia es autor de más de una
quincena de libros sobre salud, entre los que destacan:
Dicen que los consejos para sobrellevar la actual crisis sanitaria cambian porque así funciona la ciencia; en principio no tengo ninguna objeción con ello, en tanto sean tomados desde la perspectiva del mayor bien común y sin ningún tipo de especulaciones egoístas.
También me gustaría observar que, gracias a tradiciones médicas milenarias revalidadas por la ciencia, hay consejos como la alimentación basada en alimentos reales, el uso seguro de plantas medicinales, la exposición moderada y cotidiana al sol sin protector y sin gafas, caminar descalzos directamente sobre la tierra, la ingesta de complementos nutricionales, la adecuada hidratación, la actividad física regular... ¡no cambiarán con el tiempo! O lo harán de manera leve.
Seguramente seguiremos mejorando la comprensión de sus beneficios, optimizando su administración, entendiendo mejor sus beneficios... pero en esencia no cambiarán.
Por eso constituyen una forma de medicina básica, sólida y estable que nos ayuda a prevenir la mayoría de las enfermedades degenerativas que más muerte, discapacidad y sufrimiento causan en el mundo.
Esto es un hecho cuya negación por parte de las autoridades sanitarias, políticas y la población en general, nos coloca en una escala de irracionalidad y torpeza cuyas consecuencias son los desastres en el bienestar general y el medio ambiente que se manifiestan de forma creciente.
La construcción individual y colectiva de la sanidad debe partir de hechos sólidos y la ciencia debe construir a partir de ellos procurando un cuidadoso respeto de su intangibilidad.
El dato que debemos destacar es que, entre las causas de muerte, la hipertensión es el principal factor de riesgo que podemos modificar a través de nuestras elecciones alimentarias y de estilo de vida; es decir, si bien la hipertensión puede predisponernos a una muerte prematura o a una forma de discapacidad por ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, también es cierto que su prevención está en nuestras manos en términos muy significativos.
Por supuesto, la deficiencia de zinc y la hipertensión no es el único aspecto a considerar, hay otros que también debemos abordar, tales como el exceso de sal, la obesidad, el sedentarismo o el estrés crónico.
También hay muchos suplementos nutricionales y alimentos con propiedades para regular la presión arterial que podemos incorporar a la estrategia; el más importante sin duda, es la alimentación saludable, pues si no cumplimos este requisito esencial, todo lo demás funcionará como un parche.
Si padeces hipertensión, o cualquier otra enfermedad, hagas lo que hagas, es fundamental que te apliques a una alimentación saludable; los siguientes artículos te pueden ayudar a dar los primeros pasos:
👉 Alimentación consciente: primeros pasos
Luego, si vas a trabajar seriamente en tu programa de salud cardiovascular, te interesará saber más de algunos setep fowars en el cuidado de las arterias.
👉 Moringa, el árbol de la vida
Hay otro mineral que no podemos obviar dadas sus notables virtudes:
También la presión puede desequilibrarse por falta de potasio cuando la alimentación es pobre en vegetales frescos o porque el exceso de sodio agregado desequilibra su metabolismo.
Estos aspectos tienden a solucionarse con una alimentación real, basada en alimentos frescos, vivos e integrales.
De acuerdo a Ashenafi Betrie, Ph.D., investigadora del Instituto Florey de Neurociencia y Salud Mental y la Universidad de Melbourne (Australia):
"Estábamos investigando el impacto de los medicamentos a base de zinc en la función cerebral en la enfermedad de Alzheimer cuando notamos una disminución pronunciada e inesperada de la presión arterial en modelos de ratones tratados con los medicamentos".
De acuerdo a un artículo de Nature Communications, mientras que el equipo de investigación indagaba en los mecanismos para mejorar la función cerebral con zinc, encontraron que el zinc coordina la acción dentro de los nervios sensoriales, las células endoteliales y el músculo de las arterias.
Esto provoca niveles más bajos de calcio en el músculo del vaso sanguíneo, lo que hace que el vaso se relaje, disminuya la presión arterial y aumente el flujo sanguíneo; señalemos que esto no solo es importante para una correcta presión arterial, sino también para prevenir los procesos ateromatosos.
Seguramente, esto disparará nuevas investigaciones, pero considerando la seguridad del zinc como complemento o, mejor aún cuidando las fuentes alimentarias, ninguno de nosotros debería descuidar su abastecimiento.
No es fácil, sobre todo en los inicios y las transiciones, romper con todas esas tradiciones, adicciones y hábitos malsanos que nos acompañaron tanto tiempo; mucho más cuando nuestra sociedad está fuertemente condicionada para celebrar autodestruyéndose. ¡Pero es necesario hacerlo si deseas explorar tus verdaderos potenciales!
En la práctica, la mayoría de las personas ni siquiera se animan a intentarlo porque se sienten impotentes ante todos esos refrescos, cervezas, pastas y embutidos. Y aquí cada uno debe encontrar el compañero ideal de la motivación para comer sano, siendo que para unos funciona mejor ir poco a poco y para otros es más eficaz apurar los tiempos.
Si comenzamos despacio, podemos eliminar un tipo de alimento por vez. O determinar qué una de las comidas al día será súper saludable.
Luego podemos reducir algún alimento al que somos adictos, no tanto como para que la desesperación nos lleve a romper nuestro propósito en mil pedazos, pero suficiente como para que implique un esfuerzo que estimule nuestra fortaleza interior.
No estoy justificando que comer pequeñas cantidades de ultraprocesados o refinados sea algo deseable, tal como ocurre frecuentemente: desde el primer bocado no tienen nada bueno para aportar.
Ahora bien, es completamente diferente comer dos helados cargados de azúcar al mes que dos o tres por semana; en el marco de una alimentación sana, nuestro cuerpo podrá lidiar bastante bien con las toxinas en un caso y se verá desbordado en el otro.
Por otra parte, la motivación para comer sano, no parte de la misma base para todos: unos pueden querer explorar su máximo potencial, otros prevenir enfermedades de forma razonable o simplemente no engordar. ¡Son necesidades y objetivos bien diferenciados y con distintos niveles de compromiso!
A mí me gustaría saber qué te has decidido a ir por la mejor versión de ti mismo, sin embargo cualquier progreso de celebrarse, pues este será la base desde donde partiremos en búsqueda de nuevos logros.
Un autor que para mi marcó un antes y un después en la comprensión de mis procesos mentales y en la eficiencia automotivacional, es Tony Robbins. ¡Te lo recomiendo!
🌍 En un mundo en crisis y que cambia rápidamente, Robin Sharma , autor de El monje que vendió su Ferrari , El Club de las 5 de la mañana , ...