Llegas tarde a una reunión importante
porque estás atascado en el tráfico. Comienzas a sentirte molesto, luego
enojado. Tu ritmo cardíaco aumenta y tus músculos se tensan. No hay nada que
puedas hacer para cambiar tu situación, sin embargo, tu cuerpo ha tomado las
señales de tu cerebro alterado y se está preparando para "luchar o
huir". Este es el ejemplo perfecto de la relación entre fisiología y
psicología.
Existen bastantes diferencias entre el
estrés fisiológico y el estrés psicológico, pero están estrechamente
relacionados. El estrés psicológico, las emociones que sientes cuando estás
atascado en el tráfico, precipita el estrés fisiológico o los cambios físicos
en tu sistema nervioso. Así es como el estrés tiene efectos negativos no solo
en tu mentalidad sino también en tu cuerpo e incluso en tu vida.
Puedes manejar ambos tipos de estrés en tu
vida y aliviar su impacto. Primero, es esencial comprender los diferentes
efectos del estrés psicológico frente al fisiológico y la relación entre ellos.
Solo así podrás deshacerte de tu ansiedad de una vez por todas.
Estrés psicológico vs Estrés Fisiológico
Cuando pensamos en el estrés,
probablemente pensamos en situaciones que nos hacen sentir incómodos o
ansiosos. Hablar en público es un factor estresante común. Muchos de nosotros
también estamos familiarizados con la ansiedad social. Estos son factores
estresantes agudos a corto plazo. También podemos pensar en el estrés a largo
plazo: presión en el trabajo y en el hogar, sentirnos constantemente ocupados
pero improductivos o siempre poner a los demás primero a expensas de nuestro
propio cuidado. Todos estos son ejemplos de estrés psicológico.
El estrés fisiológico es la respuesta del
cuerpo a los factores estresantes. Es lo que sucede a nivel celular dentro de tu
cuerpo cuando se enfrenta a una situación que cree que requiere su respuesta de
"lucha o huida". Esos cambios celulares son los que te hacen sudar
antes de dar una presentación o hacen que tu corazón se acelere antes de saltar
en paracaídas.
El estrés fisiológico también puede ser
causado por enfermedades, adicciones e incluso por beber demasiado. Cuando el
cuerpo se ve obligado a lidiar con demasiadas toxinas o patógenos, envía sus
propias células para "limpiarse". Eso puede estresar fisiológicamente a nuestro cuerpo. Aquí estaremos hablando solo de la relación entre fisiología
y psicología, no del estrés causado por factores físicos.
Efectos del estrés en tu cuerpo
Estos dos tipos de estrés están muy
relacionados, pero la diferencia entre el estrés fisiológico y el estrés
psicológico es, en última instancia, menos importante que los efectos negativos
muy reales que cualquier tipo de estrés tiene en tu cuerpo. Cuando experimentas
un factor estresante, tu cerebro envía señales a tu sistema nervioso y sistema
endocrino para comenzar a enviar hormonas del estrés como el cortisol. Estos
son los que hacen que tu corazón lata más rápido y que la sangre se fluya
rápidamente a tu cabeza y corazón.
El estrés también afecta a los sistemas
respiratorio, digestivo y muscular. Tus pulmones respirarán más rápidamente. Tu
hígado producirá glucosa adicional para obtener energía. Tus músculos se
tensarán para protegerse. Si todo esto suena agotador, tienes razón. Y cuando
el estrés no desaparece (un trabajo de alta presión, un estilo de vida en
constante movimiento), tu cuerpo no puede seguir el ritmo.
El estrés a corto plazo puede dificultar
la respiración, causar dolores de cabeza por tensión, dolores de estómago y
acidez estomacal o dificultar el conciliar el sueño. Pero la relación entre
fisiología y psicología hace que el estrés crónico sea especialmente peligroso
para nosotros. Puede conducir a niveles altos de azúcar en la sangre, aumento
de la presión arterial, aumento del riesgo de enfermedades cardíacas y
diabetes, aumento de peso, depresión, disminución del deseo sexual y más. Debes
aprender a manejar el estrés antes de que estos síntomas comiencen a afectar tu
calidad de vida.
Cómo manejar tu estrés
Tony Robbins afirma que en lo que te
enfocas, lo sientes, y eso resume perfectamente la relación entre la fisiología
y la psicología. Es por eso que para manejar tu estrés debes comenzar con tu
mente y luego enfocarte en tu cuerpo.
Adopta una actitud de gratitud
Para sentirte menos estresado, aleja tus
pensamientos de los factores estresantes en tu vida y concéntrate en lo
positivo. “Cuando estás agradecido, el miedo desaparece y aparece la
abundancia”. Pero sentirse agradecido puede ser más fácil decirlo que hacerlo.
Deberás adoptar hábitos positivos que cultiven la gratitud, como practicar meditación o yoga. Considera llevar un diario de gratitud
para documentar la abundancia que te rodea.
Trae equilibrio a tu vida
Cuando hablamos de estrés psicológico
versus fisiológico, en realidad estamos hablando de que la mente y el cuerpo
están desequilibrados. Las reacciones del cuerpo a los factores estresantes
están diseñadas para recuperar la homeostasis o el equilibrio entre sus
elementos. En la vida como en el cuerpo, cuando un área está mal puede
desequilibrar todo.
Cambia tu fisiología
La relación entre fisiología y psicología
también va en sentido contrario: puedes cambiar la forma en que te sientes
cambiando tu cuerpo. Cuando cambies de postura o adoptes una pose de poder, te
sentirás más seguro. Cuando sonríes, incluso cuando no quieres, automáticamente
te sentirás más feliz. Cuando aprendas técnicas de relajación como la
respiración profunda, te sentirás más relajado.
Tony
Robbins
Fuente: PHYSIOLOGYVS. PSYCHOLOGY